La punta de las armas, y especialmente las de las espadas es uno de los elementos más frágiles e importantes, por ello:
- No te apoyes sobre la punta de la espada, la varilla puede atravesarla.
- No arrastres la punta por el suelo o superficies rugosas, se desgasta la punta y sale la varilla.
- No golpees con el arma en superficies abrasivas ni elementos duros (farolas, paredes...), se desgasta y rasga, y la varilla se despega muy rápido.
- No retuerzas el filo, se puede despegar y abrir.
- Controla la fuerza de los golpes, especialmente en las estocadas.
- Si el arma presenta algún pequeño deterioro, repáralo cuanto antes, si esperas demasiado puede que ya no tenga arreglo.
- No dejes las armas al sol, la cinta América se deteriora más rápido.
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